Considerado una de las siete maravillas del mundo moderno desde 2007 e incluido en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, por su importancia cultural y natural, el santuario histórico de Machu Picchu está situado a casi 2 500 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes.
Si bien el descubrimiento de esta joya de la cultura inca es motivo de discusión entre quienes se lo atribuyen al agricultor cuzqueño Agustín Lizárraga, y quienes al explorador estadounidense Hiram Bingham, lo que es indiscutible son los miles de personas que cada año visitan la zona arqueológica de Machu Picchu, que en lengua quechua viene a significar "monte viejo".
A pesar de las recomendaciones hechas por la Unesco para la conservación del conjunto arqueológico y paisajístico, las autoridades peruanas informaron que a partir del 1 de enero de 2024 la capacidad receptiva del santuario aumentaría a 4 500 personas al día – respecto a las 4 044 hasta la fecha – e inclusive acoger a 5 600 en fechas puntuales, alegando que se sigue trabajando “para impulsar un turismo sostenible, responsable que genere desarrollo económico.”
Sin embargo, últimamente este célebre santuario del imperio inca está viviendo momentos de tensión debido a las acciones de protesta de algunos colectivos implicados en el sector turístico. Según distintos canales informativos, la decisión del gobierno peruano de privatizar la venta de entradas ha motivado una huelga que ha llevado incluso a bloquear la línea ferroviaria que lleva hasta Machu Picchu.
¿Consideras necesario tener que pagar una entrada para visitar un lugar de interés artístico y cultural? ¿Por qué? Justifica tu respuesta y pon algún ejemplo para explicar mejor tu punto de vista.
(Yolanda Sabaté)
(Créditos de la imagen: Anton_Ivanov, shutterstock)