Sin miedo a que nos prohíban la entrada, a partir de ahora podremos acceder con nuestro gato o perro – e incluso si vamos con un hurón – a los transportes y establecimientos públicos en general. Aunque del mismo modo, no podremos atar y dejar solas a nuestras mascotas mientras entramos en una tienda o cualquier otro sitio, ni mucho menos dejarlas sin compañía durante varios días en casa o en el balcón.
La nueva ley se centra sobre todo en el bienestar de los animales de compañía. Entre los varios puntos que se han tenido en cuenta a la hora de mejorar la condición de nuestras mascotas está la prohibición del sacrificio de animales abandonados y la venta de animales en tiendas. Asimismo, se prevén multas para los dueños que abandonen o maltraten a sus animales y se ha vetado la posesión de primates y reptiles.
Las asociaciones y entidades de protección de animales han luchado mucho y por fin han conseguido que los animales no formen parte de espectáculos circenses ni sean atracciones turísticas. Además de pensar en su dignidad, la Ley del Bienestar Animal protege de cualquier tipo de sufrimiento, quedando prohibidos métodos de adiestramiento que causen dolor y las mutilaciones innecesarias.
La nueva ley insiste en la responsabilidad de los dueños de mascotas y en breve se prevé la creación de un registro de animales y criadores para saber a quién dirigirse en caso de negligencia y/o maltrato animal.
Ni que decir cabe que queda mucho por hacer y que los animales no se limitan a nuestras mascotas, pero ¡vamos por buen camino!
Te vas una semana de vacaciones y no puedes llevarte a tu mascota. Escribe un correo a un/a amigo/a para pedirle que cuide de ella. En el correo deberás:
- explicarle los motivos por los que le pides este favor;
- indicarle qué es lo que tiene que hacer (comida – juegos – paseos…);
- decirle de qué manera le puedes devolver el favor;
- despedirte y darle las gracias.
(Yolanda Sabaté)
(Créditos de la imagen: Pixabay)