Esta verdadera síntesis de la pintura occidental está repartida entre dos sedes principales, una en Madrid y otra en Barcelona. La primera es un edificio de estilo neoclásico situado en las proximidades del Museo del Prado que conserva obras maestras de pintores europeos y norteamericanos, del siglo XIV al XX. La parte de la colección Thyssen-Bornemisza instalada en Barcelona, en cambio, es huésped de otro museo, el MNAC, y alberga interesantes obras de la pintura medieval italiana.
La colección del barón Heinrich Thyssen-Bornemisza fue adquirida por el Estado español en 1993, mientras que la baronesa cedió la suya gratuitamente por un periodo de 10 años. Ambas han compartido espacio en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza hasta que en 2010 caducó el plazo del préstamo de esta última.
Fue entonces cuando empezó un largo camino para que siguieran exponiéndose en territorio español las 329 piezas de la colección privada de la baronesa, cuyas obras van desde Rodin hasta Matisse, pasando por Renoir o Canaletto, y que incluye el valiosísimo cuadro de Gauguin Mata Mua (Autrefois), pintado en 1892.
Tras 10 años de negociaciones entre el Ministerio de Cultura español y Carmen Thyssen por fin se ha llegado a un acuerdo sobre su colección: un contrato de alquiler de 15 años de duración por 6 millones y medio de euros. Pasado este periodo, el Estado español tendrá opción de compra de la colección, valorada en más de mil millones de euros, según informan varias agencias de comunicación.
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(Yolanda Sabaté)
(Créditos de la imagen: Wikimedia Commons)