El 14 de noviembre de 1924 se inauguró la primera emisora con licencia oficial en España, Radio Barcelona. Un evento que, además de marcar un capítulo en la historia de las telecomunicaciones, sentó las bases para un medio que poco a poco ganaría popularidad entre la población.

La llegada de la radio no solo permitió que la música, las noticias y la cultura fueran accesibles a un público más amplio, sino que también llegó a ser un canal crucial para la comunicación durante la Guerra Civil Española (1936 – 1939).

Con la llegada de la dictadura franquista, la radio se convirtió en un importante instrumento de propaganda. Así, en 1937 se fundó Radio Nacional de España, la única emisora oficial que a lo largo de 40 años fue la voz del régimen. La radio, al igual que los demás medios de comunicación, también estuvo sometida a una férrea censura que impedía la pluralidad ideológica y de costumbres. Sin embargo, los más mayores recuerdan con cariño aquellos momentos en los que toda la familia se reunía junto a la radio para escuchar a una determinada hora un determinado programa siguiendo una especie de ritual.

Afortunadamente, con la democracia aparecieron muchas otras emisoras – tanto públicas como privadas – en casi todos los puntos de la geografía española dando lugar a una programación para todos los gustos y con retransmisiones en las diferentes lenguas del territorio nacional: catalán, gallego y vasco.

En la actualidad, a causa de internet y la digitalización, la radio en España se enfrenta también a nuevos retos y oportunidades. Los podcast y la transmisión en línea han revolucionado la forma de consumir contenido, y las emisoras españolas se han adaptado a la perfección incorporando nuevas tecnologías y formatos que les permiten llegar a audiencias más amplias, todo sin dejar de lado su esencia única.

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(Yolanda Sabaté)
(Créditos de la imagen: viktorus, 123rf.com)