Todo el mundo sabe que una biblioteca es un sitio que conserva libros y que suele ser silencioso. Si es una biblioteca pública, los usuarios también pueden acceder al servicio de préstamo, que acostumbra a ser gratuito. A una biblioteca acuden personas para leer el periódico o para  utilizar la conexión a internet y la frecuentan los estudiantes, quienes encuentran un espacio adecuado para estudiar o hacer consultas. En cualquier caso, una biblioteca pública es un lugar de inclusión social, comprometido con la cultura y el desarrollo del aprendizaje.

Una iniciativa para la integración  

En un proceso de rehabilitación y transformación de los terrenos industriales del distrito de Sant Martí, el Ayuntamiento de Barcelona decidió dotar con una nueva biblioteca esa zona de la periferia. Facilitar la cohesión social en el vecindario y promover la lectura y las actividades culturales para la integración de los nuevos habitantes eran los objetivos de la decisión municipal.

Tanto los vecinos como los comerciantes del lugar abrazaron con entusiasmo la iniciativa, siguieron con curiosidad las obras de construcción de la biblioteca y estaban ilusionados porque consideraban que era algo “bueno” para el barrio.

El éxito ha superado las expectativas

A tan solo un año de su inauguración, el 28 de mayo de 2022, la biblioteca «Gabriel García Márquez» ya había hecho más de 6 000 carnets de lector, aunque el número de visitantes es mucho mayor. Y, por si fuera poco, este verano ha sido elegida la mejor biblioteca del mundo.

Según datos transmitidos por el jurado reunido en Rotterdam, para otorgar el premio a la «Gabriel García Márquez» se valoraron aspectos como “como la interacción del equipamiento con su entorno y la cultura local, la calidad arquitectónica del edificio, la sostenibilidad, la digitalización de servicios y el cumplimiento de objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas”.

Catedral de libros, madera y luz

De líneas aparentemente sencillas, los arquitectos y diseñadores que idearon la nueva biblioteca tuvieron en cuenta cuestiones de gran importancia por lo que respecta a la arquitectura sostenible: materiales de bajo impacto medioambiental, luz natural, atención en la elección de los colores etc. Todo ello pensando en reducir el consumo energético de este flamante edificio de seis plantas que ya ha empezado a conocerse como el «Guggenheim de Sant Martí» por el efecto^[1] positivo que su construcción ha tenido en dicho barrio.

El porqué de un nombre

La elección de poner el nombre del premio Nobel de Literatura (1982) Gabriel García Márquez a la nueva biblioteca desea ser un homenaje al escritor y periodista colombiano, que residió en la ciudad de Barcelona entre 1967 y 1975. Del mismo modo, el busto del autor de Cien años de soledad preside un espacio destinado a su obra y a la importancia de su trayectoria.

Proyección más allá de la lectura

El personal trabajador de la García Márquez está muy satisfecho de la implicación de las escuelas e institutos en el funcionamiento de la biblioteca. El hecho de estar especializada en literatura latinoamericana es un buen motivo para convertirse en “un centro de irradiación de la cultura de América Latina”, según declaraciones de su directora. Además de fomentar la lectura, prestar libros y demás materiales, en la biblioteca se realizan talleres y actividades, muchas de ellas centradas precisamente en las culturas latinoamericanas.

A través de las redes sociales o el simple pasapalabra la nueva y premiada biblioteca es ya un auténtico punto de encuentro de la comunidad latina, aunque también se aproximan otros barceloneses y turistas para visitar el nuevo emblema y orgullo del barrio.

^[1] https://aulalingue.scuola.zanichelli.it/espanol-lingue/noticias-breves/xxv-anos-del-guggenheim-bilbao

(Yolanda Sabaté)
(Créditos de la imagen: Wikimedia Commons)